TERAPIA DE NIÑOS

 

Terapia de niños: Si notas algo raro en tu hijo, te preocupa que está muy quieto o por el contrario, demasiado movido, tiene problemas en el colegio, se hace pipi o cacas, tartamudea, no puede aceptar límites, tiene dificultades con la comida o el sueño… ¡Algo le está ocurriendo!

No esperes a que se cronifique su estado, su psiquismo está en desarrollo y tiene enormes posibilidades, pero si hay una intervención precoz… Igual que lo atiendes cuando tiene fiebre o se ha roto una pierna, ten en cuenta que su estado mental y la personalidad que construye a partir de los adultos que le rodean, determinarán su futuro.
Por eso si ves reflejado a tu hijo en algunos de estos aspectos, escúchalo y cuídalo, depende de ti…

¡El niño de hoy será el adulto de mañana!

Dificultades a trabajar en terapia, para acompañarle y aliviar su sufrimiento:

–    Trastornos del estado de ánimo.
–    Trastornos de ansiedad.

• Fobias específicas.
• Trastornos de ansiedad, sin evitación.
• Trastorno obsesivo compulsivo.
• Trastorno mixto ansioso-depresivo.

–    Trastornos del control de impulsos.
–    Trastorno por déficit de atención y/o hiperactividad.
–    Trastornos del comportamiento perturbador

• Disocial.
• Negativista desafiante.

–    Trastornos alimentarios.

• Inapetencia alimentaria.
• Anorexia
• Bulimia.
• Obesidad.
• Pica.
• Rumiación.

–    Trastornos del control de esfínteres

• Enuresis.
• Encopresis.

–    Trastornos del aprendizaje  en áreas como cálculo, lectura, expresión escrita, etc.
–    Trastornos de la comunicación

• Lenguaje expresivo y/o receptivo.
• Tartamudeo.

–    Psicosis infantil.

También se atenderán aspectos que aunque no pueden diagnosticarse como trastornos específicos, no por ello es menos importante prestarles atención, ya que  provocan una sintomatología en el niño, produciendo sufrimiento en él y en sus progenitores. Siendo esencial poder trabajar en la mayor brevedad,   para que el niño pueda ir resolviendo sus dificultades y  evitar se  produzcan otros efectos colaterales.

–    Duelos.
–    Problemas de habilidades sociales.
–    Ansiedad de separación.
–    Problemas de concentración.
–    Celotipias.
–    Intolerancia a la frustración
–    Dificultades con los límites.
–    Fracaso escolar.
–    Comportamientos disruptivos en el ámbito familiar y/o escolar.
–    Dificultades de adaptación en diferentes contextos.