Adolescentes Aislados
Día a día, los psicólogos estamos viviendo un aumento exponencial de adolescentes y jóvenes
que se quedan en sus habitaciones aislados y replegados. El mundo les parece hostil, ya que
sienten que no tienen recursos mentales para poder afrontarlo.
Vienen a terapia desesperados, traídos por los padres o a pedido de ellos mismos. Dependerá
del caso por caso.
Nos encontramos con adolescentes (cada vez con edades más tempranas) que en vez de estar
en su adolescencia, tramitando la exogamia, es decir, saliendo del mundo de los padres para
ir construyendo el suyo propio, están atemorizados y aislados.
Os acordáis de cuando nosotros transitábamos nuestros quince o dieciséis años, ¡qué tiempos!
¿Quién no recuerda cuando pensábamos que nuestra madre era muy pesada ? ¿Que nuestro
padre nos señalaba que eso de salir con la falda corta no era demasiado prudente? ¿Que la
hora de volver a casa era siempre temprano? Y los amigos que eran nuestra “segunda
familia”, para sentirnos arropados, identificados y en red para experimentar con lo prohibido,
¡pero tan atrayente! Y hablando de atracción, ese cuerpo nuestro, joven y erótico, con una
sexualidad apabullante. ¿Recordáis?
Pues lamentablemente hoy en día, muchos adolescentes lejos de todo esto, lo que sienten es:
tristeza, ansiedad, apatía, miedo social, desbordes de angustia, paranoia ante un mundo que
es como un campo de minas, frustración, autoestima por los suelos, impotencia ante el
futuro…
Encerrados en su refugio espacial, y también mental, algunos con armarios bloqueando las
puertas de sus dormitorios/bunkers, otros rasgados sus cuerpos con cortes en la piel (como
tatuajes de desesperación) y los más dañados con su psiquismo hecho pedazos, abrumados
por la psicosis que padecen.
Los padres buscan ayuda impotentes ante lo que viven, algunos perplejos con lo ocurrido,
como si nada tuviera que ver con ellos, y otros más conectados, dispuestos a colaborar y
permitir que les acompañemos en su sufrimiento.
Pero es muy difícil, para nosotros los psicólogos y terapeutas familiares, ser conscientes que
dada la gravedad no alcanza con la terapia individual. Por ello, nos hemos visto en la
necesidad de crear dispositivos, que incluyan equipos profesionales de salud mental, para
acogerlos, crear una red de contención pero también de reflexión de cómo poder comprender
al hijo real (no al ideal que pudimos desear) y construir una caja de herramientas de gestión
emocional, en la que todos somos responsables y protagonistas.
Para los adolescentes aislados, se les proveerá de una terapia individual y de recursos en la vida
cotidiana, para que de a poco y conforme esté preparado pueda ir dando pasos con un
acompañante y así salir del ambiente familiar. Burbuja que piensan protectora, pero que
ahoga. Y así, ir creando una red cada vez más amplia de personas confiables que pueden hacer
de puentes hacia la vida y el deseo.
En Zaragoza se ha creado un centro para adolescentes (ASPADE) que acoge y trabaja con
todos estos aspectos, dada la necesidad imperiosa a nivel social y la nula respuesta a nivel
institucional.
Los adolescentes junto a sus familias, se sienten solos y desbordados en su sufrimiento, con
miedo al futuro desesperanzador y abandonados a su suerte. Más si cabe, si su situación
socioeconómica es delicada.
Centro de ASPADE
Artículo Heraldo de Aragón: https://www.heraldo.es/noticias/salud/2020/01/07/forum-infancias-aragon-elizabeth-palacios-defensa-ninos-1352080.html
Artículo Periódico de Aragón: https://www.heraldo.es/noticias/salud/2021/11/25/elizabeth-palacios-necesitan-los-jovenes-escuchen-cuando-nadie-lo-hace-1536385.html
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